Seguros para perros potencialmente peligrosos (PPP)

Protege a tu mascota ¡Es obligatorio por ley!

¿Qué son los perros potencialmente peligrosos PPP?

Tener perros, gatos o cualquier otra mascota supone la probabilidad que puedan causar algún daño a terceros. Desde Correduría de Seguros Polifani siempre recomendamos un Seguro de Responsabilidad Civil con una póliza suficiente para cubrir esta posibilidad. Aunque algunos propietarios de mascotas ignoran esta recomendación, y después llegan las lamentaciones, los dueños de perros potencialmente peligrosos (PPP) sí deben obligatoriamente suscribir un seguro, exigido por la ley.

La ley regula la tenencia de animales potencialmente peligrosos en España y, desde el 2002, se consideran perros especialmente peligrosos las siguientes ocho razas de perros, y también los cruces:

  • Pit bull terrier
  • Staffordshire bull terrier
  • American staffordshire terrier
  • Rottweiler
  • Dogo Argentino
  • Fila Brasileño
  • Tosa inu
  • Akita inu

Sin embargo, las propias comunidades autónomas han ampliado el listado de razas de perro potencialmente peligrosas. Por ejemplo, en la Comunidad Valenciana (Alicante, Valencia y Castellón) se añaden otras hasta alcanzar quince razas caninas como potencialmente peligrosas:

  • Perro de Presa mallorquín
  • Perro de Presa canario
  • Bullmastiff
  • Bull terrier
  • Dogo de Burdeos
  • Doberman
  • Mastín napolitano

Por la distinta normativa en cada comunidad autónoma, por ejemplo la raza Boxer no está catalogada como potencialmente peligrosa en la Comunitat Valenciana, pero sí en Cantabria.

EL SEGURO PARA PERROS POTENCIALMENTE PELIGROSOS ES OBLIGATORIO POR LEY.

Requisitos para tener un Perro Peligroso

Para poder tener un animal potencialmente peligroso como mascota es necesario que el dueño del animal, habitualmente un perro, adquiera una licencia especial expedida por la autoridad municipal más cercana, normalmente el ayuntamiento donde reside. Y para conseguir este documento oficial es necesario cumplir una serie de requisitos:

  • Ser mayor de edad, haber cumplido los 18 años, y no estar incapacitado por algún motivo para cuidar correctamente al animal que se quiere adoptar.
  • No haber sido nunca condenado por delitos como el homicidio, las lesiones o contra la integridad moral, la libertad sexual y la salud pública de las personas. Tampoco podrá estar unido, o haber estado, a una banda armada o a una banda de narcotráfico y, por supuesto, no podrá tener sanciones anteriores por la tenencia de animales potencialmente peligrosos.
  • Deberá obtener un certificado de aptitud psicológica y física, que le será expedido por el centro homologado correspondiente.
  • Deberá adquirir un seguro de Responsabilidad Civil por daños a terceros, como el Seguro para Perros Potencialmente Peligrosos. La póliza de cobertura deberá ser, al menos, de 120.000€.
  • Deberá tener un certificado veterinario oficial de la mascota, que necesariamente ratifique que el animal no tiene ninguna enfermedad infecciosa o contagiosa, que está debidamente vacunado y desparasitado y que no muestra signos de agresividad.

Estas licencias municipales tienen una vigencia de 5 años, y deben renovarse periódicamente, antes que finalice el periodo de validez.

Infracciones y sanciones

Las multas por incumplir la normativa legal, de ámbitos nacional, autonómico y municipal, de tenencia y trato de los animales potencialmente peligrosos puede llegar a ascender a varios miles de euros.

Se consideran como infracciones muy graves las siguientes:

  • Abandonar a tu perro potencialmente peligroso. Tenga o no tenga una identificación que permita rastrear fácilmente su origen o identificar a su propietario.
  • No tener el seguro obligatorio para perros potencialmente peligrosos.
  • Vender o regalar una raza de perro potencialmente peligrosa sin tener la licencia obligatoria.
  • Adiestrar a la raza de perro potencialmente peligrosa sin licencia y/o para activar su agresividad o participar en concursos o exhibiciones donde se valore su agresividad.

Otras infracciones que también están reguladas es dejar suelto al animal peligroso, no adoptar las medidas necesarias para que no se escape (vallas, muros, cuerda,…), no tenerlo identificado o registrado o no utilizar un bozal y una cadena cuando transcurra por lugares públicos.

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